Encontré unas bondiolitas de cerdo que estaban esperando su oportunidad de salir y ver la luz (del horno!).
Después de descongelar las bondiolas de cerdo, las mandé al horno caliente en una asadera, apenas untadas con aceite de oliva, con sal marina, pimienta blanca, pimienta negra, canela, nuez moscada y jengibre. En el horno hay que dejarlas tranquilitas unos 20 minutos, luego voltearlas y unos 20 minutos más para que estén cocidas y jugosas.
Como acompañamiento un puré tradicional (papas, leche, manteca, sal, pimienta blanca y nuez moscada) y una ensalada de berro, tomate asado al horno (en este blog hay una linda idea para prepararlos), palta, orégano fresco y semillas de sésamo tostadas, aliñada con aceite de oliva, sal marina y jugo de limón.
Obviamente este plato pedía a gritos una cervecita... Y nada mejor que una cerveza artesanal, negra ahumada, de Villa General Belgrano.
Nos vemos!
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